La increíble historia pone los pelos de punta. En 2017 Richard Ragland disfrutaba con sus amigos de un día de diversión en un lago. Por desgracia Richard resbala en el agua y se ahoga.
Cuando ha pasado casi un año, un buceador que estaba en ese mismo lago, encuentra la cámara GoPro que el fallecido portaba en el momento de su muerte.
Lo macabro, es que la videocámara guardaba en perfectas condiciones los últimos momentos de vida de Richard.
El buzo se puso en contacto con la familia para facilitarles la cámara y las grabaciones y comentaba que habían quedado en estado de shock.