Imagina la expectación de la gente… el reverendo (o pastor o lo que sea) va a resucitar a un muerto, bueno a un tipo que tiene metido en un ataúd.
Ya si nos fijamos un poco en la cara del muerto, se puede ver como mueve la boca y todo, vamos que esta mas vivo que tu y que yo… pero la peña se lo cree todo.
