Desgraciadamente en algunos lugares, los robos con fuerza son tan numerosos que la gente ya esta más que acostumbrada y cuando le roban es que ni se inmutan.
Como vas a ver en el vídeo, un ladrón entra en una cafetería para robar a los clientes, y si te fijas sobre todo en el hombre que esta en la mesa, el tipo continua desayunando como si nada, con una sangre fría que asusta.