Cuando Jai Fears ingreso en el hospital Beaumont Royal Oak de Michigan a causa de un ataque de pánico, los médicos de urgencias pensaron que lo que sufría eran brutales heridas faciales en la zona de la boca y la nariz y que necesitaba una intervención inmediata.
La chica estaba llevaba unas 3 horas en maquillaje para una sesión de fotos para una campaña de publicidad de un maquillaje para para Halloween. Fue entonces cuando empezó a sentirse mal y sufrió un ataque de pánico por lo que decidieron llevarla al hospital mas cercano.
El problema vino cuando los médicos que la atendieron no se dieron cuenta de que lo que tenia en la cara era maquillaje y pensaron que se trataba de algún tipo de accidente que la había desfigurado, por lo que empezaron la prisas para atenderla lo más rápidamente posible.
Lo realmente extraño del caso, es que la chica nunca dijo nada a los médicos del error que estaban cometiendo y unas declaraciones comentaba: «¡Tienen que saberlo! Así que no, no dije nada porque asumí que podían ver que era falso».
Por suerte para ella al final todo quedo claro, pero el hospital ha comentado:
«La sala de emergencias no es un lugar para divertirse y jugar. Vemos a muchos pacientes con problemas médicos graves en los que hay vidas en juego. Los médicos deben poder concentrarse en aquellos pacientes con verdaderas emergencias»… y razón no les falta.