Tras un accidente mortal en la autopista A6 en Baviera (Alemania), se forma un importante atasco causado por la curiosidad del resto de conductores. Incluso muchos de estos conductores están grabando con sus teléfonos el mortal accidente mientras pasan con el coche.
La paciencia del jefe de policía, Stefan Pfeiffer, llega al limite y decide hacer una cosa sorprendente, parar a los conductores que están grabando, pedirles que bajen de sus vehículos y que le acompañen hasta el cadáver para que pueden grabar mejor el cuerpo.
«¿Quieres ver a los muertos? ¿Tomar fotos? (…) Deberías avergonzarte de ti mismo», son algunas de las cosas que este policía dice a los curiosos.